Mapa del Santuario debajo del texto
Frente a nosotros se encuentra la nueva Basílica de la Divina Misericordia, de dos plantas, consagrada por el Papa Juan Pablo II y en la que confió a la Divina Misericordia el mundo entero. El terreno para su construcción fue bendecido por el Card. Franciszek Macharski en 1999, y menos de tres años después, el 17 de agosto de 2002, el nuevo templo fue consagrado por el Papa Juan Pablo II. En 2003 se le otorgó el título de basílica menor, como indica una placa conmemorativa en la entrada principal. En el vestíbulo de la basílica se encuentra la piedra angular del Gólgota y las placas conmemorativas de las peregrinaciones de los tres Papas que la visitaron: Juan Pablo II (17 de agosto de 2002) Benedicto XVI (27 de mayo de 2006) y Francisco (30 de julio de 2016).
La basílica, construida según el proyecto de Witold Cęckiewicz, tiene forma de barco y se parece al “arca de la alianza” en la que encuentran la salvación todos aquellos que ponen su esperanza en la misericordia de Dios. En el presbiterio, detrás del gran altar de piedra, hay un tabernáculo en la forma de globo terráqueo con los continentes marcados, que está rodeado por el arbusto agitado por los fuertes vientos, símbolo del mundo contemporáneo o del hombre sacudido por las olas de diversas corrientes. Sobre el sagrario, entre las ramas de este arbusto se encuentra la imagen de Jesús Misericordioso (pintada por Jan Chrząszcz) que nos recuerda que en la misericordia de Dios —como dijo San Juan Pablo II— el mundo encontrará la paz y el hombre la felicidad. A ambos lados del sagrario hay pinturas de los Apóstoles de la Misericordia: Santa Faustina y San Juan Pablo II (obra de Teresa Śliwka-Moskal).
En las paredes que separan el presbiterio de la nave hay una pintura de la Madre de la Misericordia de la Puerta de la Aurora (de Jan Chrząszcz) y, al otro lado, el texto completo del Acto de Encomienda del Mundo a la Divina Misericordia, así como unas vitrinas con los exvotos. Bajo el cuadro de la Madre de Dios hay dos campanas: una dedicada a Juan Pablo II (regalada por el campanero de Przemyśl, Michał Woźniak), y la otra, la “Campana de la Esperanza”, bendecida por el Arzbpo. Marek Jędraszewski (2020). En los espacios verticales de las ventanas hay vidrieras. La vidriera del coro mide 148 m2 y es la más grande de Cracovia. Representa un enorme sol con una cruz luminosa al fondo que es el símbolo de la fe y el signo más expresivo de la misericordia de Dios. Bajo la línea del horizonte se ve el mar, que armoniza en color con las vidrieras laterales de la basílica y da impresión de que se emerge de las profundidades del océano. Las vidrieras fueron creadas por el arquitecto de la basílica de Łagiewniki, Witold Cęckiewicz, y la artista Malgorzata Toborowicz. En el coro hay un órgano monumental de 72 voces realizado en los años 2017-2018, bendecido por el Arzbpo. Marek Jędraszewski. Merece la pena ver también las pilas de agua bendita que están debajo del coro, en la entrada, que llevan signos del renacimiento bautismal y de la entrada en el mundo de Dios. Su escudilla es del color de las aguas profundas del mar con el signo de pez, símbolo de los cristianos. En la pila hay una inscripción: «Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristoi» (1 Cor 15,22). En el pilar que sostiene dicha pila se puede ver símbolos que recuerdan el pecado y la gracia: manzana y pan.
El 17 de agosto de 2002 el Papa Juan Pablo II hizo en este santuario un acto de consagración del mundo a la Divina Misericordia. Dijo entonces: «Hoy, en este santuario, quiero consagrar solemnemente el mundo a la Misericordia divina. Lo hago con el deseo ardiente de que el mensaje del amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de santa Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra y llene su corazón de esperanza». Antes, en el año 2000, el día de la canonización de Sor Faustina, Juan Pablo II dirigió este mensaje a toda la Iglesia para el tercer milenio de la fe, a fin de que los hombres conozcan mejor el verdadero rostro de Dios y del hombre. Declaró que había llegado el momento de que «el mensaje de la misericordia de Dios infundiera esperanza en los corazones del hombre y se convirtiera en la antorcha de una nueva civilización, la civilización del amor».
Todos los años, en esta basílica o en el altar del campanario, se celebran las fiestas de la Divina Misericordia que reúnen a los peregrinos de decenas de países de todo el mundo. En el Santuario de Łagiewniki esta fiesta había comenzado a celebrarse espontáneamente desde 1944. En el año 1985 el Card. Franciszek Macharski, Arzobispo Metropolitano de Cracovia fue el primero en introducir oficialmente esta fiesta en su diócesis, y 10 años más tarde la Santa Sede dio su conformidad para celebrar esta fiesta en todas las diócesis de Polonia. El 30 de abril de 2000, el día de la canonización de Sor Faustina, el Papa Juan Pablo II inscribió esta fiesta en el calendario litúrgico de toda la Iglesia. Así se cumplió el deseo de Jesús, que dijo a Sor Faustina que quería que el primer domingo después de Pascua fuera la fiesta de la Misericordia.
En más de una docena de apariciones Jesús explicó el propósito del establecimiento de esta fiesta, su lugar en el calendario litúrgico, cómo prepararla y celebrarla, y relacionó con ella grandes promesas. La preparación para esta fiesta es la novena de la Coronilla de la Divina Misericordia, de la que Jesús dijo: «Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias» (Diario 796). Con esta fiesta, o más exactamente con la Comunión recibida en este día, Jesús relacionó la promesa más grande, o sea, la gracia de la remisión plenaria de la culpa y de la pena que es una de las gracias del bautismo. Las condiciones para recibirla son una buena confesión que se puede hacer antes porque se trata de no tener apego ni siquiera al pecado venial, una actitud de confianza en Dios, es decir, el deseo de cumplir su voluntad y un amor verdadero al prójimo. «En ese día —aseguraba Jesús— están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata». (Diario 699).
Cada año, estas palabras de Jesús se hacen realidad, como atestiguan los fieles. He aquí uno de ellos. Un joven eslovaco que en su vida ya había experimentado muchas adicciones fue a Łagiewniki con un grupo de amigos para la Fiesta de la Misericordia. Había pasado por unas fiestas con droga, mujeres, alcohol, abandonó sus estudios, su familia y, finalmente, ingreso en el mundo de la magia, que se suponía que debía traerle la salvación pero que le hacía caer en abismos muy profundos. La influencia de las drogas era tan fuerte que ya no tenía control de sí mismo. Se sumió en estados de angustia, desesperanza y paranoia, y sintió como si todo se derrumbara. Fue entonces cuando descubrió que entre los diversos dioses también estaba Jesús y que Él era muy diferente de los demás dioses, porque Él es Amor. El día de la fiesta de la Misericordia vino a Lagiewniki para ver este lugar del que ya había oído hablar. Quedó asombrado al ver la multitud de personas de rodillas haciendo sus rogativas a Dios. Decidió confesarse, después de muchos años sin hacerlo. Cayó de rodillas y pidió perdón a Dios por todo el mal que había hecho. Entonces recibió la Comunión y se sintió tan feliz que se puso a llorar. Aquel día, Dios le curó de todas sus adicciones y su vida cambió por completo.
Todos los días los sacerdotes ejercen en la basílica su ministerio, no sólo en el altar durante la misa sino también en el sacramento de la reconciliación (días laborables de 8:00 a 19:00 horas, y los domingos de 9:00 a 19:00 horas). Jesús dijo a Sor Faustina que en este sacramento tienen lugar los mayores milagros. «Para obtener este milagro no hay que hacer una peregrinación lejana ni celebrar algunos ritos exteriores, sino que basta acercarse con fe a los pies de Mi representante y confesarle con fe su miseria y el milagro de la Misericordia de Dios se manifestará en toda su plenitud. Aunque un alma fuera como un cadáver descomponiéndose de tal manera que desde el punto de vista humano no existiera esperanza alguna de restauración y todo estuviese ya perdido. No es así para Dios. El milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud. Oh infelices que no disfrutan de este milagro de la Divina Misericordia; lo pedirán en vano cuando sea demasiado tarde» (Diario 1448).
Visitando la basílica en los días indicados a continuación, los fieles podrán obtener indulgencia plenaria bajo las condiciones habituales, tras recitar piadosamente Padre nuestro y Credo:
– En el aniversario de la dedicación de esta basílica (17 de agosto).
– El día de la celebración litúrgica de la solemnidad de su título (Domingo de la Misericordia).
– En la solemnidad de San Pedro y San Pablo (29 de junio).
– En el aniversario del título de basílica menor (6 de marzo).
– Una vez al año, en un día fijado por el Ordinario del lugar (Solemnidad de Santa Faustina Kowalska – 5 de octubre).
– Una vez al año, en un día elegido libremente por cada fiel.
Transmisión en línea desde la página web del Rectorado del Santuario: misericordia.eu
- Portón de la entrada
- “Casa de Santa Faustina” – alojamiento, museo
- Convento
- Casa de “Antoninek” – la Asociación “Faustinum”
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Capilla de Jesús Misericordioso y de la tumba de Santa Faustina
- Oratorio – el lugar de la muerte de Santa Faustina
- Capilla de la Pasión del Señor
- Basílica de la Divina Misericordia
- Capilla de Santa Faustina – italiana
- Capilla Communio Sanctorum – húngara
- Capilla de San Andrés – greco-católica
- Capilla de la Santa Cruz – alemana
- Capilla de la Madre de Dios de los Siete Dolores – eslovaca
- Capilla de la Adoración Perpetua
- Torre mirador
- Cementerio del Convento
- “Casa de Santa Sor Faustina” – restaurante, recuerdos, charlas
- Casa de pastoral – alojamiento, restaurante
- Centro de Educación Juvenil de Santa Sor Faustina
- Punto de Información
- Pasaje comercial – la tienda de la editorial Misericordia
- Auditorio de San Juan Pablo II
- Aparcamiento – para autoóviles de turismo
- Aparcamiento – para autocares y automóviles de turismo
- Aseos
- Puente de la Misericordia – paso hacia el Santuario de San Juan Pablo II y a la parada de tranvía.