El 5 de octubre se cumple el 87º aniversario del nacimiento al cielo de la Apóstol de la Divina Misericordia – día en que se celebra su memoria litúrgica y, en todos los conventos de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, una solemnidad litúrgica. Pertenece al grupo de los grandes místicos de la Iglesia, es una profetisa enviada por Jesús al mundo entero con el mensaje de la Misericordia. Millones de personas en todo el mundo se alimentan de su escuela de espiritualidad recogida en el Diario. San Juan Pablo II dijo simplemente de ella que “es un don de Dios para nuestros tiempos, un don de la tierra polaca para toda la Iglesia”.
Su influencia en la vida de la Iglesia se manifiesta en la práctica extendida de la devoción a la Divina Misericordia en las formas que transmitió. Hoy ya no existe país donde no se encuentre la imagen de Jesús Misericordioso; la Fiesta de la Misericordia fue inscrita en el calendario de toda la Iglesia en el año 2000, para celebrarse el primer domingo después de Pascua; la Coronilla de la Divina Misericordia se reza incluso en lenguas tribales, aunque fue dictada en polaco, como todo el mensaje de la Misericordia; cada vez más popular se hace la oración a la hora de la muerte de Jesús en la cruz – la Hora de la Misericordia – y la difusión del culto a la Misericordia. El Movimiento Apostólico de la Divina Misericordia, la “congregación” que Jesús mismo pidió, pertenece a los mayores movimientos de la Iglesia contemporánea.
La influencia de su vida y misión de anunciar al mundo el mensaje de la Misericordia se refleja también en las advocaciones dadas a iglesias. Santa Faustina es patrona de Łódź y de otros lugares, de escuelas, obras de misericordia, diversas asociaciones y comunidades. Su nombre se da a niñas en el bautismo y lo eligen los jóvenes en la confirmación. Fue patrona de las Jornadas Mundiales de la Juventud en Sídney y Cracovia. Inspira a científicos, teólogos, gente de la cultura, el arte y los medios, y se encuentra entre los santos más conocidos y queridos de la Iglesia católica. Sus reliquias se veneran en casi 130 países del mundo, incluso en una iglesia ortodoxa en Bucarest y en el Santuario anglicano de la Divina Misericordia en Gran Bretaña. En todo el mundo se celebran simposios teológicos, congresos diocesanos, nacionales, continentales y mundiales, que encuentran su dinamismo en la vida y misión de Santa Faustina. La irradiación de este “don de Dios” abraza a toda la Iglesia y al mundo, pero está destinada a llegar a cada persona y preparar al mundo para la segunda venida de Cristo.









 
 

 
     
    
