En el Santuario de la Divina Misericordia, en la capilla de la imagen milagrosa de Jesús Misericordioso y de la tumba de santa Sor Faustina y en todas las capillas de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios la Misericordia, en la oración de la tarde durante el mes de noviembre, se reza el rosario por los muertos. Por rezar, entre otros rezos, el Rosario con la comunidad en la iglesia, o en una capilla con culto público, o bien en familia, con la comunidad religiosa, o en una asociación piadosa, se puede obtener la indulgencia plenaria bajo las condiciones habituales. En Polonia, la indulgencia plenaria también se puede conseguir por rezar la Coronilla a la Divina Misericordia. La oración constituye un gran bien que puede ser ofrecido por aquellos que ya nos han dejado, y que esperan nuestra ayuda, porque ya no se pueden ayudar a sí mismos. La misericordia que ejercemos para con los difuntos, como todo bien que hacemos a los demás, es también una riqueza que beneficia a los que la practican.