El apostolado de la Congregación consiste sobre todo en el testimonio de vida de la persona consagrada, que según el ideario de las Fundadoras, se expresa por la confianza en la misericordia de Dios, en la oración y la penitencia, así como a través de un servicio con actos misericordiosos (art. 77 de las Constituciones).
Congregación lleva a cabo su apostolado en sus propias casas, sea realizando con gran solicitud una asistencia social completa (…), o bien sea en forma de una asistencia abierta mediante centros de día.
(Art. 79 de las Constituciones)
Las hermanas de la Congregación, abarcan, con su solicitud apostólica, el cuidado de muchachas y mujeres precisadas de una profunda renovación moral, entre las que también hay madres solteras, niños, jóvenes, enfermos y discapacitados; también se ocupan de aquellos que desean profundizar su vida espiritual en encuentros formativos, retiros o ejercicios espirituales. Las obras de misericordia llevadas a cabo por la Congregación son la primera forma y la más primordial, de hacer presente en la Iglesia y en el mundo el amor misericordioso de Dios, que se inclina sobre toda miseria humana, en especial sobre la miseria moral.