Además del «Diario», santa Faustina nos ha dejado cartas y postales de felicitación. Hasta el día de hoy se han conservado 19 cartas escritas cuando ella residía en Vilna y dirigidas a su director espiritual, el beato Padre Miguel Sopoćko, una carta al Padre José Andrasz SJ, su confesor y director del alma cuando residía en Cracovia, tres cartas a la Madre General Michaela Moraczewska, una a la superiora de la casa que la Congregación tenía en Cracovia, a la Madre Irene Krzyżanowska, luego 9 cartas a la hermana Justyna Gołofit, para quien Sor Faustina fue su “ángel” custodio, puesto que dicha hermana estaba bajo su custodia espiritual, 11 dirigidas a la hermana Ludwina Gadzina, para quien también santa Faustina era el «ángel» custodio y finalmente una carta dirigida a la Hmna. Beniamina Zarebska. En los archivos de la Congregación hay también páginas con breves deseos o felicitaciones, escritos en rima, para la Madre Irene Krzyzanowska y para otras hermanas. También se han conservado algunas cartas dirigidas a su familia: a sus hermanas Eugenia, Natalia, y Wanda y algunas dedicatorias escritas en imágenes religiosas para sus padres. En el libro, «Cartas de santa Faustina «, se publicaron también las cartas del P. Miguel Sopoćko dirigidas a Sor Faustina (9 en total), las cuales no sólo permiten hacerse una idea de cómo eran sus relaciones mutuas, sino sobre todo nos muestran la búsqueda común que tenían ambos de llevar a cabo la voluntad de Dios y su empeño para que se realizara la misión de la Apóstol de la Divina Misericordia. Las cartas, felicitaciones y dedicatorias escritas en imágenes religiosas nos descubren y completan la fisonomía espiritual de santa Faustina, a la vez que nos muestran el rostro de una mística y profeta, totalmente comprometida en la tarea de proclamar al mundo entero el mensaje de la Misericordia; al mismo tiempo, por otro lado, nos revelan también una persona solícita y preocupada por los asuntos del prójimo, por su salvación y sus necesidades humanas.