El 30 de noviembre de este año es el 40 aniversario de la firma de la encíclica de Juan Pablo II „Dives in misericordia”. Es el primer documento papal en la historia de la Iglesia dedicado íntegramente al misterio de la misericordia de Dios y del hombre. Aunque Juan Pablo II no mencionó a Santa Faustina, no se refirió directamente a su herencia espiritual, pero sin embargo contuvo en este documento el mensaje principal de „Diario” de Sor Faustina. Este mensaje es un recordatorio de la verdad bíblica sobre el amor misericordioso de Dios por el hombre y tiene la tarea de llevar al mundo moderno, con nueva fuerza, este mensaje a través del testimonio de vida, obras, palabras y oración. La similitud de este mensaje en ambas obras es sorprendente no solo al presentar el misterio de la misericordia de Dios como el atributo más grande de la Santísima Trinidad, sino también al considerar el mismo concepto de misericordia. Ambos Santos de Cracovia muestran la belleza y la riqueza de la misericordia entendida correctamente. Además, en ambas obras leemos sobre las mismas tareas que surgen de conocer y experimentar el amor misericordioso de Dios. Y lo son: proclamar el misterio de la misericordia de Dios, practicar la misericordia y pedir la misericordia de Dios.
La encíclica „Dives in misericordia” y „el Diario”, aunque típicamente son obras diferentes, el mensaje que contienen es básicamente uno: el misterio de la misericordia de Dios es el núcleo de la Biblia y de toda experiencia humana. Estas dos obras muestran de manera complementaria qué es la misericordia de Dios, cuán incomprensible es su grandeza y poder en la vida de las personas y del mundo. Gracias a estos documentos, desde el punto de vista de la teología y la experiencia mística, la Iglesia de los siglos XX y XXI puede conocer y vivir mejor esta verdad revelada en la Biblia.